C.t.r. Valdelavilla

Un pueblo de la serranía de Soria que ha sido rehabilitado, respetando su arquitectura original, convertido en un complejo turístico rural.

• Valdelavilla es un pequeño pueblo serrano situado en la comarca de Tierras Altas, en Soria. Su origen se remonta a los siglos XI-XII, a raíz de las repoblaciones de las tierras conquistadas al caudillo musulmán Almanzor. Una "Executoria" bajo el reinado de Felipe II, en 1550, es el primer documento que da fe de la existencia del Concejo de Valdelavilla.
• Este pueblo, como muchos otros en Castilla durante la Edad Media, fue un asentamiento humano formado por un grupo reducido de personas. Llegando a vivir en él entre 5 y 20 familias.
• En 1950, contando con 60 habitantes, sufrió un proceso de emigración a los centros urbanos, alentado por las expropiaciones para la repoblación forestal. en 1968 el pueblo queda vacío.
• Hoy día, todo el pueblo ha sido reconstruido y rehabilitado, respetando su distribución, arquitectura original y entorno, pero dotándole de las necesarias comodidades para el uso al que está destinado: un lugar de descanso para usted.
SERVICIOS
• Alojamiento: 12 casas con capacidad máxima para 75 personas.
• Restauración: Cocina tradicional con 4 comedores para 75 comensales.
• Majadas: 2 salones multifunción equipados.
• El Complejo Turístico Rural de Valdelavilla consta de 12 casas, con 41 habitaciones y una capacidad máxima para 73 personas.
• Cada casa tiene habitaciones, baños, sala y cocina-comedor y están equipadas con teléfono, televisión, nevera y microondas.
• Un total de 32 habitaciones poseen cuarto de baño incorporado. Todas ellas disponen de agua caliente y calefacción
• La decoración está en consonancia con la arquitectura tradicional y el ambiente rústico de antaño.
ENTORNO
En Valdelavilla se disfruta del auténtico valor del medio rural:
• Naturaleza y tranquilidad: El entorno ofrece múltiples posibilidades para ello.
• Dehesas de robles y encinas, hayedos relictos y bosques de acebos de extraordinaria belleza.
• Conjuntos históricos artísticos y monumentales notables.
• Senderos, riberas, paisajes y rincones con encanto, con mucho encanto.
• Y una tranquilidad en el ambiente, que invita a la contemplación, a la reflexión, que nos desconecta del estrés urbano, que nos ofrece descanso, en definitiva, que contribuye a nuestra salud mental.